Los días
se confunden con el viento.
Veo la sombra de lo que fui desvanecerse.
Mi pasado, aire que se fusiona con las nubes
Ya no soy ese que alguna vez conoció certezas
El reloj se desenmascara
Y me enseña su rostro
sin ojos, ni boca, ni nariz
Intento que me sonría,
pero ya no puede engañarme
Los años, meses, los días, las horas…
... su gran mentira
Hoy me responden solo sus ecos...
... sonidos que no proceden
de lugares cercanos.
Inhóspito es ese rostro invisible
Solo su risa se escucha en las montañas, en el cielo y el mar
Es una alegría que vibra con las olas
y se dispersa
con los rayos del sol.
Intento oir su mensaje,
solo atisbo el eco lejano
Susurros de ilusiones, voces desaparecidas,
miradas que brillan en las estrellas
Ojos que me vieron con belleza,
hoy son recuerdo
Memorias de humo, vidas de agua
Logré entender su truco, su acto de magia
Confunde con nombres,
engaña a las almas de semilla
Allí está su rostro invisible, sus ojos ciegos
Que ya no me miran
Por fin lo veo, aún no es tarde.
Las nubes, el sol, el fluir del mar
Solo una voz que se pierde…
en la boca del universo.
Ecos y sombras difusas, ese hombre
que ya no soy
No deseo palparlo, entendí su mensaje
Allá el vacío, aquí lo único, lo vivo.
Siluetas, mis trazos con pinceles imaginarios
Formas nuevas, vidas que serán…
... como el tiempo.
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