La entrevista de Maria Corina con Donald Trump Jr. tuvo aciertos y tres grandes desaciertos:
1) El diagnóstico del mal que somete a Vzla fue impecable.
2) Así mismo fue perfecto que orientara el problema hacia un tema policial y no político.
3) Aplaudo por igual que proyectara las grandes oportunidades que ofrece nuestro país para el desarrollo económico y social; así como nuestra posición estratégica y natural alianza con USA.
4) El tema energético fue bien planteado, pero insuficiente. Quizás hubiese sido mejor detallar ciertos aspectos y no especificar otros. Por ejemplo, si Venezuela hubiera seguido la política de mi padre implementada en 1990, hoy la producción podría ser no de seis, sino de al menos doce millones de B/D. Este es un asunto tan vital que debe ser tocado con mayor cuidado.
Por ejemplo, no condenar a Chevron hubiera sido inteligente. Poner a dicha empresa como sostén del régimen fue un error. Chevron tiene legítimo derecho a explotar reservas para cobrarse su deuda y tiene un contrato con la República que debe ser respetado. Además, sus operaciones implican trabajo para miles de profesionales venezolanos que lo necesitan.
La revocatoria de su licencia no le hace ni cosquillas al régimen, pero sí produce fracturas importantes que pueden afectar a los venezolanos de a pie… la inflación de la moneda empobrece al pueblo, no a la mafias. Hubiese sido mejor salvar a la empresa Chevron y centrarse en el horror que fueron las confiscaciones del sector, y la deshonra por parte del régimen de los contratos con las empresas petroleras, firmados a largo plazo. No obstante, repito, en líneas generales, las palabras de MC respecto al tema energético estuvieron bien.
5) Fue muy acertado recalcar las buenas relaciones con algunos funcionarios del gobierno de Trump. También el rol del secretario Marco Rubio y otros en condenar al régimen. No obstante, creo que era esencial afincarse con insistencia en el maravilloso respaldo de Trump en 2019, y recordar que gracias a él más de sesenta naciones condenaron a Maduro y sus cómplices. Esto no se dijo. También era fundamental recordar la labor del Departamento de Justicia de la era Trump, que puso precio a las cabezas de los líderes del Cartel de los Soles.
Me pareció muy tibio el agradecimiento a la persona de Trump y una falta grave no mencionar ese apoyo tan espectacular que nos dio hace seis años. Recordarlo, hubiera permitido dejar claro que lo que se le pide ahora a Trump es que termine lo que él mismo puso en marcha en su primer gobierno. Además es lo noble y justo. A Trump lo humillaron y lo traicionaron las fuerzas opositoras que él apoyó. Era vital hacer un mea culpa y reivindicar el notable esfuerzo personal del padre del entrevistador en la lucha frontal por nuestra libertad.
6) Gravísimo fue que se hablara de la posibilidad real de una «transición pacífica», de que «Maduro está débil» y que es posible una negociación entre las partes en conflicto. Si algo ya está más claro que el agua de manantial es que aquí no es posible una transición pacífica cuando 3/4 partes del territorio está dominado por mafias y el régimen está incurso en crímenes de Lesa Humanidad, que no prescriben ni pueden ser perdonados. Jamás entregarán el poder por las buenas y no tienen ninguna necesidad de hacerlo, todo lo contrario. Aferrarse a ese poder es un tema de vida o muerte para ellos.
No existirá jamás la posibilidad de sentar a estos criminales en una mesa de negociación y pretenderlo es contradecir todo el buen diagnóstico que se hizo al principio de la entrevista. Y en estos temas, las contradicciones son inaceptables. Sin coherencia en el discurso y en las acciones todo lo demás se derrumba como un castillo de naipes.
7) Quizás lo más grave de la entrevista fueron los siguientes dos puntos:
7.1) Afirmar que los militares son los más perseguidos por el régimen: esto es una afrenta a las miles de familias que lo han perdido todo como consecuencia del ataque de los militares y demás fuerzas represivas del régimen. También es un desconocimiento alarmante de la realidad venezolana.
Un territorio no es secuestrado por mafias sin el consentimiento y la protección militar.
Tampoco se transforma en un paraíso para la droga sin el consentimiento y la protección militar. No entrega su soberanía sin el consentimiento y la protección militar.
Y mucho menos permite que se roben las elecciones durante 26 años consecutivos sin hacer nada al respecto. Si algo comprenden los tiranos es que lo primero que deben destruir son las FFAA y constituir su propia fuerza pretoriana.
Castro los fusiló y el régimen venezolano los desmanteló de raíz: fracturando las cadenas de mando, corrompiendo hasta la médula a los medios y altos cargos, obligándoles a exiliarse y matándolos. Lo que queda allí es nada que sirva para la libertad, salvo el disfraz y unos pobres cadetes que se mueren de hambre mientras son ideologizados y colonizados moralmente.
El argumento de las actas que demuestran que en Fuerte Tiuna votaron por Edmundo es tan trivial como pensar que el Ratón Pérez cambia dinero por dientes. No se comprende nada si aún se pretende que existen FFAA en Venezuela.
7.2) Muy grave que se hable de la existencia de unos recursos a la disposición de la oposición que de facto son controlados 100% por el régimen. El monopolio del dinero y de la fuerza lo tiene el régimen, no las fuerzas opositoras. Se transmite un mensaje errado que confunde al mundo sobre nuestra realidad.
También es gravísimo que se condene el uso de la fuerza para erradicar el problema, cuando no existe otra forma que esa para lograr la libertad. Creo que era vital tocar el asunto de la DEA y que existiendo un gobierno legítimo reconocido por EEUU, la responsabilidad de cualquier acción de fuerza, vital y necesaria, recaería sobre Venezuela y no USA ni nadie más.
Es crucial que se entienda que sin esa fuerza será imposible liberar a Venezuela y que para articularla, se requiere del apoyo logístico, material y geopolítico del gobierno de Trump y demás gobiernos aliados de Occidente. Pero, ojo, siempre insistiendo que la responsabilidad legal, política y humana es exclusiva del gobierno legítimo de Venezuela.
Me parece que sobre esto es que debe afincarse cualquier narrativa que busque la libertad de nuestro país y no en palabras huecas sobre transiciones pacíficas, negociaciones y condena de toda fuerza de fuego.
En conclusión: aplaudo la entrevista con el hijo del presidente de USA. Es el tipo de acercamiento que necesitamos. Pero insisto en la necesidad de articular un discurso más coherente y centrado en el problema real y sus soluciones reales… menos retórica y más substancia. Ojalá estas letras sirvan para la reflexión y no se tomen como suele tomarse cualquier reflexión crítica en Venezuela: con descalificaciones personales y ataques rabiosos que nada contribuyen a usar el cerebro.
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