Símbolo de la decadencia de Occidente es la reciente ceremonia de los premios Oscar. Darle el premio a mejor película, mejor guion, mejor director, mejor edición y mejor actriz a un film tan malo como ANORA es una evidencia elocuente de la idiotez que sufre el mundo.
ANORA es decadente

La ceremonia de los premios Oscar se ha transformado en un espectáculo para celebrar el mal gusto y la mediocridad. Se nota desde la forma de vestir de los actores, la puesta en escena, los chistes y, desde luego, las obras premiadas.






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