En una playa de Barcelona
un disfraz de Blanca Luna eclipsó su luz.
La poesía y sus colores se desvanecen.
El lienzo volvió al vacío.
“Jaque mate” dijo Sansón.
Al fin venció.
Y Don Quijote honró su palabra.
¡Así hacen los valientes!
Esas eran las reglas del juego.
Entonces se marchó con la coherencia que enseñó.
Regresó al otro mundo: significantes sin belleza.
Y allí no halló el “sentido”.
Sólo su final.

Extracto del libro: La Libertad Individual y don Quijote de la Mancha.








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